De sus once
nominaciones a los Oscar, han sido cuatro los que finalmente se ha
llevado la película de Ang Lee: Mejor director, Mejor fotografía,
Mejor banda sonora y Mejores efectos visuales. El director taiwanés narra la
historia de un naufragio con forma de fábula a la que le sobran los mensajes
religiosos.
La
película
Pi es un joven hindú
que viaja con su familia desde la India a Canadá. Durante el transcurso del
viaje el barco naufraga en mitad del Océano Pacífico, siendo Pi y algunos
animales (incluyendo un tigre de bengala llamado Richard Parker) los únicos
supervivientes. A partir de ese momento se entabla una compleja relación entre
el chico y el tigre.
Como expone Syd Field la estructura de una película suele seguir el paradigma clásico de
presentación, nudo y desenlace. El planteamiento del filme suele durar unos 20 minutos
y en ese instante es cuando aparece el detonante de la historia, el hecho que arranca
la acción de la película. En un intento de ser original Ang Lee retrasa ese momento hasta el minuto 40 de la película,
cuando sucede el naufragio. El hecho es que esos primeros 40 minutos se hacen demasiado
largos y aportan más bien poco a la trama, pareciendo en ocasiones un panfleto
propagandístico sobre la existencia de Dios. A pesar de ello de ahí en adelante la película toma un nuevo rumbo, el que toma la vida de Pi y su inesperado compañero de viaje.
Por otra parte, la historia está
narrada en flashback. El Pi adulto le cuenta la historia de su vida a un escritor.
El público se identifica con este escritor ya que adopta su mismo punto de
vista, el del espectador, mientras que el personaje de Pi toma la figura del
narrador protagonista.
Una hermosa fotografía
y unos espectaculares efectos visuales consiguen atraparte durante toda la película. Eso sí, Ang
Lee no puede olvidar algunas de sus obsesiones como sus particulares transiciones, que son más un capricho visual que un aporte a la trama (ya lo hizo con su Hulk, aunque con peores
resultados).
¿Lo mejor? Las dos
historias de Pi: una, la real y trágica; la otra, la fábula con moraleja. Este es el gran acierto de la película, ese increíble giro cargado de simbolismo y espiritualidad. Este
concepto recuerda un poco a Big Fish, cuyo protagonista narraba los
acontecimientos más duros de su vida de una manera metafórica.
¿Lo peor? Esa especie de discurso religioso que envuelve todo
el filme. Pese a que el final parece invitar a la reflexión, el hecho de haber narrado
la película desde el punto de vista de la fe es poco abierto a otras interpretaciones.
Ficha
técnica y artística
Life
of Pi
Director: Ang Lee
Guión: David Magee,
basado en la novela de Yann Martel
Música: Mychael Danna
Fotografía: Claudio
Miranda
Intérpretes: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Rafe
Spall, Tabu, Adril
Hussain, Shravanthi
Sainath, Ayush
Tandon, Vibish
Sivakumar, Gérard
Depardieu
Productora:
Fox 2000 Pictures/ Haisang Films
Nacionalidad:
Estados Unidos
Año:
2012
Duración:
125 minutos
Hay un cierto resabio a religiosidad de pandereta en 'La Vida de Pi' cuando ya de por sí exuda espiritualidad por los cuatro costados. Por momentos me pareció apreciar fogonazos de Spinoza, ya sabéis, ese identificar a la naturaleza con Dios. Aún así, sus cuatro 'oscar' han resultado toda una sorpresa. No debería serlo: la factura de la película es impecable y las interpretaciones, incluida la del tigre, son formidables. Me esperaba algo más peñazo. Si te pasa lo mismo, dale una oportunidad, que igual te sorprende. Un saludo!!!
ResponderEliminarUna película correcta, pero el golpe de efecto de ver el gran libro que es La vida de Pi en la gran pantalla no fue realmente nada del otro mundo. Como otras muchas películas se dejo muchas cosas en el tintero, y no reflejo realmente la desesperación del muchacho.
ResponderEliminarPero salí contento, y es algo muy relevante para las altas expectativas que tenia para esta pelicula