miércoles, 20 de febrero de 2013

EL SUPERMAN DE RICHARD DONNER



Aparte de los seriales de los años cuarenta protagonizados por Kirk Alyn y la película Superman and the Mole-Men que no era otra cosa que el piloto de la serie de George Reeves estrenado en el cine, la verdadera incursión de Superman en el cine llega en el año 1978. De la mano del director Richard Donner y con el rostro de un joven y desconocido Christopher Reeve, la película se convirtió en un tremendo éxito y sirvió para asentar las bases del cine de superhéroes que llega hasta hoy día.

Los productores Alexander e Ilya Salkind ficharon al realizador Richard Donner, que acababa de conseguir un tremendo éxito de taquilla con La profecía (1976). Sin embargo, la relación entre el director y los productores pronto se volvieron tensas, creando una de las mayores polémicas de la historia del cine reciente. Pero vayamos por partes.

La producción de Superman

El primer borrador del guión lo había escrito Mario Puzo, alejado momentáneamente de los mafiosos de  El Padrino. Puzo escribió un extenso guión de unas 500 páginas dividido en dos partes, que acabarían siendo Superman y Superman II. Este guión fue reescrito posteriormente por Leslie y David Newman y Robert Benton. La película no acababa de tener el tono serio y realista que Donner buscaba así que Tom Mankiewicz pulió el guión hasta dar con su forma definitiva. Esto nunca terminó de convencer a los Salkind, que querían una película al estilo camp, más parecido al Batman de los años 60 que a la visión que proponía Donner.

Para la banda sonora, el director fichó al todopoderoso John Williams, que el año anterior había revolucionado la música en el cine con la banda sonora de Star Wars. El diseñador de la producción fue John Barry, popular por su trabajo en La naranja mecánica y Star Wars y, finalmente, el encargado de la fotografía acabó siendo Geoffrey Unsworth, que había trabajado en films como Tess o Cabaret.

El papel principal recayó en manos de Christopher Reeve, un actor curtido en el teatro pero cuyo rostro era desconocido para el gran público. Donner se impuso así a las objeciones de los Salkind, que querían que Superman fuese algún actor conocido tipo Robert Redford. Para interpretar a Lois Lane el director se decantó por Margott Kiedder, otra  desconocida actriz que había participado en algunas películas de poca relevancia. Para dar consistencia al filme, en los papeles secundarios sí se optó actores de renombre. Jor-El, el padre de Superman, fue interpretado por Marlon Brando. Genne Hackman fue escogido para ser el villano Lex Luthor mientras que Glenn Ford interpretó a Jonathan Kent, el padre terrestre de Superman.

Así daba comienzo el rodaje simultáneo de Superman y Superman II, una misma historia narrada en dos películas diferentes. Sin embargo, el rodaje se retrasaba, Donner se había pasado en el presupuesto y las películas aún no habían terminado de rodarse. Las tensiones entre Donner y los Salkind eran cada vez más fuertes. Fue entonces cuando el también director Richard Lester, amigo de los Salkind que actuaba como supervisor de Superman, sugirió que se centrasen en terminar Superman y con los beneficios que ésta produjese en los cines, poder terminar  Superman II.

Superman (1978)

El lejano planeta de Krypton está a punto de estallar. Antes de su destrucción, Jor-El salva la vida de su hijo recién nacido, metiéndolo en una nave espacial y enviándolo a la Tierra. Al aterrizar en el planeta, el niño es encontrado por los Kent, una familia de granjeros que lo educa como si fuese su propio hijo. Sin embargo este niño desarrolla unos poderes sobrehumanos y decide destinar sus poderes para ayudar a la humanidad. Es así como nace Superman. Sin embargo, este superhéroe tendrá que enfrentarse a la mente criminal más perversa de la Tierra: Lex Luthor.

La película de Richard Donner puede dividirse en tres partes. La primera coincide con la destrucción del planeta Krypton, que por la épica de su historia y el tipo de diálogos toma un aire de tragedia griega. La segunda, se centra en la juventud de Clark Kent en Smallville junto a sus padres. Esta parte toma el aspecto de un drama familiar. La tercera se produce a partir de la llegada de Superman a Metrópolis, donde se convierte en la película clásica de aventuras, con grandes dosis de acción y pequeños toques de comedia. Destaca la gran interpretación de Christopher Reeve como Clark Kent/Superman, dándole a cada uno de ellos una forma de hablar, de moverse y de comportarse completamente diferente. Magistral la escena en la que Clark va a recoger a Lois a su casa y se plantea decirle que es Superman. Clark se quita las gafas, se pone erguido y cambia su voz. Reeve consigue mostrar gracias a su interpretación que el verdadero disfraz es el aspecto de Clark Kent y no el de Superman. 

¿El resultado en los cines? Un auténtico taquillazo. 

Superman II (1980)

Tres villanos de Krypton liderados por el General Zod escapan de la Zona Fantasma, la prisión en la que llevaban años confinados. Zod y sus secuaces llegan a la Tierra dispuestos a hacerse con su control. Sin embargo Superman no puede hacerles frente ya que ha renunciado a sus poderes para poder estar con Lois Lane, la mujer que ama.

Aquí empieza lo realmente polémico de la historia del rodaje de Superman. Marlon Brando pedía un sueldo bastante elevado por incluir sus escenas así que, pese a que su material estaba ya todo rodado, decidieron no utilizarlo. Richard Donner había grabado ya entre un 70% y un 80% de Superman II. Sin embargo los Salkind decidieron despedirle y terminar el rodaje con el director que hasta ahora había estado supervisando la producción: Richard Lester.  Donner había planteado Superman II como una historia más adulta y espectacular que su predecesora. Sin embargo muchas secuencias de las que ya había rodado Donner fueron reescritas y regrabadas tal y como los Salkind querían: de una forma más rápida, cutre y barata. Lester rodó una película mucho más simple en cuanto a guión y planos, dándole un aire de telefilme y añadiéndole absurdos toques de comedia que para nada encajan en la mitología creada en la primera película. Destacar la lucha final entre Superman y Zod en Metrópolis, en una secuencia repleta de un descarado product placement: Coca-Cola, Kentacky Fried Chicken, Malboro y JVC son sólo algunas de las marcas que se muestran de manera nada sutil. Y es que está claro que a los Salkind les encanta el dinero. Pese a todo, la película estrenada en los cines contenía metraje filmado tanto por Lester como por Donner, aunque este último nunca fue acreditado. El resultado en taquilla volvió a ser bueno, pero la calidad artística disminuyó considerablemente.

Superman II. El montaje de Richard Donner

En el año 2000, se prepara el director´s cut de la primera película de Superman para su edición en dvd. Donner trabaja con el editor Michael Thau para el nuevo montaje de su película. Es entonces cuando descubren que el metraje rodado por Donner para Superman II no se ha perdido. Las peticiones de los fans unido a que parte del metraje se ha filtrado por internet hacen que la Warner Bros. se plantee realizar un montaje de Superman II con todo el material filmado por el director original.

Contando de nuevo con Tom Mankiewicz como asesor creativo y con Michael Thau como editor y productor, en el año 2006 (casi 30 años después del rodaje) Richard Donner se embarca en el montaje de su Superman II. Puesto que nunca le dejaron terminarla, Donner se ve obligado a incluir parte del metraje rodado por Richard Lester. Se podría decir que este montaje tiene un 80% del metraje rodado por Donner y un 20% rodado por Lester. Antes no estaba demasiado claro hasta qué punto la versión estrenada en cines era de Donner o de Lester. Sin embargo ahora es más fácil de apreciar. Por ejemplo, todas las escenas de Genne Hackman fueron rodadas por Donner ya que el actor se negó a rodar con Richar Lester. Además, se recupera todo el metraje de Marlon Brando.


El resultado final es una película que supera con creces la versión cinematográfica, pese a tener ciertos fallos de continuidad atribuidos a que nunca se terminó de rodar tal y como estaba planeado. La historia tiene mucha más continuidad con la primera película, además de tener un tono mucho más oscuro y maduro. Sin embargo, esta película no es exactamente la que quiso hacer Richard Donner en su día, sino una visión aproximada de lo que pudo haber sido Superman II y no le dejaron hacer. Sin duda, hubiese sido su mejor obra.

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