Aparte de los seriales
de los años cuarenta protagonizados por Kirk Alyn y la película Superman and the Mole-Men que no era
otra cosa que el piloto de la serie de George Reeves estrenado en el cine, la
verdadera incursión de Superman en el cine llega en el año 1978. De la mano del
director Richard Donner y con el rostro de un joven y desconocido Christopher
Reeve, la película se convirtió en un tremendo éxito y sirvió para asentar las
bases del cine de superhéroes que llega hasta hoy día.
Los productores Alexander
e Ilya Salkind ficharon al realizador Richard Donner, que acababa de conseguir un tremendo éxito de taquilla con La profecía (1976). Sin embargo, la relación entre el director y los productores pronto se volvieron tensas, creando una de las mayores polémicas de
la historia del cine reciente. Pero vayamos por partes.
La
producción de Superman
El primer borrador del
guión lo había escrito Mario Puzo, alejado momentáneamente de los mafiosos de El Padrino. Puzo
escribió un extenso guión de unas 500 páginas dividido en dos partes, que
acabarían siendo Superman y Superman II. Este guión fue reescrito posteriormente
por Leslie y David Newman y Robert Benton. La película no acababa de tener el
tono serio y realista que Donner buscaba así que Tom Mankiewicz pulió el guión
hasta dar con su forma definitiva. Esto nunca terminó de convencer a los
Salkind, que querían una película al estilo camp,
más parecido al Batman de los años 60 que a la visión que proponía Donner.
Para la banda sonora, el director fichó al todopoderoso John Williams, que el año anterior había revolucionado la
música en el cine con la banda sonora de Star
Wars. El diseñador de la producción fue John Barry, popular por su trabajo
en La naranja mecánica y Star Wars y, finalmente, el encargado de
la fotografía acabó siendo Geoffrey Unsworth, que había trabajado en films
como Tess o Cabaret.
El papel principal
recayó en manos de Christopher Reeve, un actor curtido en el teatro pero cuyo
rostro era desconocido para el gran público. Donner se impuso así a las
objeciones de los Salkind, que querían que Superman fuese algún actor conocido tipo
Robert Redford. Para interpretar a Lois Lane el director se decantó por Margott Kiedder, otra desconocida actriz que había participado en algunas películas de poca
relevancia. Para dar consistencia al filme, en los papeles secundarios sí se optó actores de renombre. Jor-El, el padre de Superman, fue interpretado por Marlon
Brando. Genne Hackman fue escogido para ser el villano Lex Luthor mientras que Glenn Ford interpretó a Jonathan Kent,
el padre terrestre de Superman.
Así daba comienzo el
rodaje simultáneo de Superman y Superman II, una misma historia narrada
en dos películas diferentes. Sin embargo, el rodaje se retrasaba, Donner se
había pasado en el presupuesto y las películas aún no habían terminado de
rodarse. Las tensiones entre Donner y los Salkind eran cada vez más fuertes. Fue entonces
cuando el también director Richard Lester, amigo de los Salkind que actuaba como supervisor de Superman, sugirió que
se centrasen en terminar Superman y
con los beneficios que ésta produjese en los cines, poder terminar Superman II.
Superman
(1978)
El lejano planeta de
Krypton está a punto de estallar. Antes de su destrucción, Jor-El salva la vida
de su hijo recién nacido, metiéndolo en una nave espacial y enviándolo a la
Tierra. Al aterrizar en el planeta, el niño es encontrado por los Kent, una familia
de granjeros que lo educa como si fuese su propio hijo. Sin embargo este niño desarrolla
unos poderes sobrehumanos y decide destinar sus poderes para ayudar a la
humanidad. Es así como nace Superman. Sin
embargo, este superhéroe tendrá que enfrentarse a la mente criminal más perversa de la
Tierra: Lex Luthor.
La película de Richard
Donner puede dividirse en tres partes. La primera coincide con la
destrucción del planeta Krypton, que por la épica de su historia y el tipo de
diálogos toma un aire de tragedia griega. La segunda, se centra en la juventud de Clark
Kent en Smallville junto a sus padres. Esta parte toma el aspecto de un drama
familiar. La tercera se produce a partir de la llegada de Superman a Metrópolis,
donde se convierte en la película clásica de aventuras, con grandes dosis de
acción y pequeños toques de comedia. Destaca la gran
interpretación de Christopher Reeve como Clark Kent/Superman, dándole a cada
uno de ellos una forma de hablar, de moverse y de comportarse completamente
diferente. Magistral la escena en la que Clark va a recoger a Lois a su casa y
se plantea decirle que es Superman. Clark se quita las gafas, se pone
erguido y cambia su voz. Reeve consigue mostrar gracias a su interpretación que el verdadero disfraz es el
aspecto de Clark Kent y no el de Superman.
¿El resultado en los cines? Un
auténtico taquillazo.
Superman
II (1980)
Tres villanos de
Krypton liderados por el General Zod escapan de la Zona Fantasma, la prisión en
la que llevaban años confinados. Zod y sus secuaces llegan a la Tierra
dispuestos a hacerse con su control. Sin embargo Superman no puede hacerles
frente ya que ha renunciado a sus poderes para poder estar con Lois Lane, la
mujer que ama.
Aquí empieza lo
realmente polémico de la historia del rodaje de Superman. Marlon Brando pedía un sueldo bastante elevado por
incluir sus escenas así que, pese a que su material estaba ya todo rodado, decidieron
no utilizarlo. Richard Donner había grabado ya entre un 70% y un 80% de Superman II. Sin embargo los Salkind
decidieron despedirle y terminar el rodaje con el director que hasta ahora
había estado supervisando la producción: Richard Lester. Donner había
planteado Superman II como una
historia más adulta y espectacular que su predecesora. Sin embargo muchas secuencias de las que ya había rodado Donner
fueron reescritas y regrabadas tal y como los Salkind querían: de una forma más rápida, cutre y barata. Lester rodó una película mucho
más simple en cuanto a guión y planos, dándole un aire de telefilme y añadiéndole
absurdos toques de comedia que para nada encajan en la mitología creada en la primera película.
Destacar la lucha final entre Superman y Zod en Metrópolis, en una secuencia repleta
de un descarado product placement:
Coca-Cola, Kentacky Fried Chicken, Malboro y JVC son sólo algunas de las marcas
que se muestran de manera nada sutil. Y es que está claro que a los Salkind les
encanta el dinero. Pese a todo, la película estrenada en los cines contenía
metraje filmado tanto por Lester como por Donner, aunque este último nunca fue
acreditado. El resultado en taquilla volvió a ser bueno, pero la calidad artística
disminuyó considerablemente.
Superman
II. El montaje de Richard Donner
En el año 2000, se
prepara el director´s cut de la
primera película de Superman para su edición en dvd. Donner
trabaja con el editor Michael Thau para el nuevo montaje de su película. Es entonces cuando descubren que el metraje rodado por Donner para Superman II no se ha perdido. Las peticiones de los fans unido a
que parte del metraje se ha filtrado por internet hacen que la Warner Bros. se plantee
realizar un montaje de Superman II con
todo el material filmado por el director original.
Contando de nuevo con Tom
Mankiewicz como asesor creativo y con Michael Thau como editor y productor, en el año 2006 (casi 30 años después del rodaje) Richard Donner se embarca en el montaje de su Superman II. Puesto que nunca le
dejaron terminarla, Donner se ve obligado a incluir parte del metraje rodado
por Richard Lester. Se podría decir que este montaje tiene un 80% del metraje rodado por Donner y
un 20% rodado por Lester. Antes no estaba demasiado claro hasta qué punto la
versión estrenada en cines era de Donner o de Lester. Sin embargo ahora es más fácil de apreciar. Por ejemplo, todas las escenas de Genne Hackman fueron rodadas por Donner
ya que el actor se negó a rodar con Richar Lester. Además, se recupera
todo el metraje de Marlon Brando.
El resultado final es
una película que supera con creces la versión cinematográfica, pese a tener
ciertos fallos de continuidad atribuidos a que nunca se terminó de rodar tal y
como estaba planeado. La historia tiene mucha más continuidad con la primera
película, además de tener un tono mucho más oscuro y maduro. Sin embargo, esta
película no es exactamente la que quiso hacer Richard Donner en su día, sino
una visión aproximada de lo que pudo haber sido Superman II y no le dejaron hacer. Sin duda, hubiese sido su mejor obra.