La última película de
Tarantino tiene forma de spaghetti western y con lo que el director admira este
género, lo que extraña es que haya tardado tanto en rodar uno. Ya había
pequeñas pinceladas de este género en casi todas sus películas, en especial en Kill Bill y Malditos Bastardos. Djando
desencadenado ha obtenido ya dos Globos de
Oro (Mejor guión original y Mejor actor de reparto para Christoph Waltz) y cinco
nominaciones a los Oscar: Mejor película, Mejor actor de reparto (Christoph
Watlz), Mejor guión original, Mejor fotografía y Mejores efectos sonoros.
Trama
Django (interpretado
por Jamie Foxx) es un esclavo que se cruza en el camino del Dr. King Schutlz
(Christoph Watlz), un antiguo dentista reconvertido en cazador de recompensas.
Django es liberado a cambio de ayudar a Schultz a identificar a la próxima
captura de éste. Ambos se hacen amigos y deciden formar sociedad hasta encontrar a Broomhilda (Kerry Washington), la esposa de Django.
Con el tiempo descubren que ésta se encuentra en manos de Calvin Candie
(Leonardo DiCaprio), el sádico propietario de una enorme plantación del Mississippi.
Puro
Tarantino
Muy buena película,
pero no sorprende. El octavo filme de Tarantino parece querer emular al
anterior, Malditos Bastardos, en lo
que se refiere a concepto y estructura. Tarantino vuelve a obviar el tratamiento
riguroso de la Historia y enmarca a los personajes en un contexto “tarantiniano”,
ese marco tan característico en el que parecen desarrollarse todas sus
películas. Tarantino no hace cine
sobre Historia, sino que hace cine sobre Cine. Por ello son frecuentes las
constantes referencias y guiños a otras películas. En este caso la mayor
homenajeada es el Django de Sergio
Corbucci, del año 1966. De hecho el actor protagonista de la cinta, Franco
Nero, aparece aquí en un pequeño papel.
El uso del zoom y otros movimientos de cámara propios del spaghetti western son homenajeados en la cinta. Por supuesto, tampoco faltan las melodías de su admirado Ennio Morricone ni otra de las constantes en su cine: el particular sentido del humor de Quentin, gamberro e irreverente. Pero sin duda, lo mejor de Django desencadenado es la magistral actuación de Christoph Waltz. El actor y Tarantino parecen haber nacido para trabajar juntos, y esa compenetración entre actor/director se nota en pantalla. Waltz compone un personaje que en ocasiones recuerda a Hans Landa, su personaje de Malditos Bastardos, sobre todo en su forma de hablar. No en vano, la mayor parte de los famosos diálogos “tarantinianos” salen de boca de Waltz. El duelo interpretativo que mantiene con Leonardo DiCaprio hacia el final de la película es sin duda uno de los momentos más logrados del filme. De hecho estos dos personajes secundarios acaban comiéndole terreno en pantalla al protagonista Django.
El uso del zoom y otros movimientos de cámara propios del spaghetti western son homenajeados en la cinta. Por supuesto, tampoco faltan las melodías de su admirado Ennio Morricone ni otra de las constantes en su cine: el particular sentido del humor de Quentin, gamberro e irreverente. Pero sin duda, lo mejor de Django desencadenado es la magistral actuación de Christoph Waltz. El actor y Tarantino parecen haber nacido para trabajar juntos, y esa compenetración entre actor/director se nota en pantalla. Waltz compone un personaje que en ocasiones recuerda a Hans Landa, su personaje de Malditos Bastardos, sobre todo en su forma de hablar. No en vano, la mayor parte de los famosos diálogos “tarantinianos” salen de boca de Waltz. El duelo interpretativo que mantiene con Leonardo DiCaprio hacia el final de la película es sin duda uno de los momentos más logrados del filme. De hecho estos dos personajes secundarios acaban comiéndole terreno en pantalla al protagonista Django.
Ficha
técnica y artística
Django
Unchained
Director: Quentin
Tarantino
Guión: Quentin
Tarantino
Fotografía: Robert
Richarson
Intérpretes: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio,
Samuel L. Jackson, Kerry Washington, Don Johnson.
Año: 2012
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 165 minutos
Una decepción 'Django', no me esperaba un clásico pero sí una película más divertida. Apenas aparecen esos diálogos crujientes marca de la casa, y como siempre, qué pena que sus pelis estén tan vacías. ¿Cuándo encontrará messieur Tarantino algo para lo que tan bien sabe hacer: contar? Un saludo!
ResponderEliminarDespués de la última (Malditos Bastardos), creo que es difícil volvernos a sorprender, pero aun así a mí me gustó mucho la peli. Esa sensación de éxtasis al salir del cine solo me la deja Tarantino.
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