EL BATMAN DE JOEL SCHUMACHER

Tras el taquillazo del primer Batman en 1989, y la tibia acogida de su secuela, Batman vuelve, los productores de la Warner decidieron dar un nuevo enfoque a la saga. Joel Schumacher fue el escogido para tomar el relevo de Tim Burton. Y siguiendo la jerga nadsat de Álex y sus drugos: ¡Qué Bogo nos coja confesados!

Batman forever (1995)

El antiguo Fiscal del Distrito Harvey Dent se ha convertido en un maníaco llamado Dos Caras (Tommy Lee Jones) que tiene aterrorizada a la ciudad de Gotham. El único que puede hacerle frente es Batman (Val Kilmer). Sin embargo el álter ego del Caballero Oscuro, Bruce Wayne, tiene otros problemas, como lidiar con uno de sus excéntricos empleados, el doctor Edward Nygma (Jim Carrey). Este tipo acabará perdiendo la cabeza y uniéndose al bando de los malos bajo la identidad de Enigma. En medio de todo este berenjenal, un joven acróbata de circo llamado Dick Grayson (Chris O´Donnell) pierde a toda su familia por culpa de uno de los ataques de Dos Caras. Dick se convierte entonces en el pupilo de Wayne y compañero de Batman en la lucha contra el crimen: Robin.

Estamos ante una película floja pero no tan mala como figura en el subconsciente colectivo. Y más si tenemos en cuenta lo sobrevalorado que está (o estaba) el Batman de Burton. El guión de Batman forever en manos de otro director podía haber conseguido un resultado totalmente diferente. En esta entrega se elevan las dosis de acción y cuenta con una mayor agresividad técnica que las anteriores. Todo en este film resulta muy exagerado y recuerda por momentos a los dibujos animados, sobre todo en el enfoque que Jones y Carrey dan sus los villanos. Los tonos góticos son sustituidos por colores estridentes, donde predominan los rojos y verdes.

Val Kilmer sustituye a Michael Keaton en el papel de Batman. Y salimos ganando con el cambio. Val Kilmer crea un Batman más profundo y torturado que el de su predecesor, el cual parecía que iba a desaparecer de la pantalla si el espectador gritaba "Bitelchus" tres veces seguidas. Para el papel de Robin se realizó un casting de proporciones descomunales, donde incluso se presentó un joven Leonardo DiCaprio. El que finalmente se llevó el gato al agua, o el pájaro en este caso, fue Chris O´Donnell, que ya había conseguido el éxito un par de años antes interpretando a D´artagnan en Los tres mosqueteros. ¿Lo peor? Se desperdicia el talento de Nicole Kidman, relegada a un papel de chica florero. ¿Lo mejor? El tema Hold me, thrill me, kiss me, kill me que U2 compuso para la banda sonora de la película.

Batman & Robin (1997)

La ciudad de Gotham tiene un nuevo criminal, Mr. Freeze (Arnold Schwarzenegger), al cual se le une la demente y sexy Poison Ivy (Uma Thurman). Así que Batman (George Clooney) y Robin (Chris O´Donnell) tienen que evitar que este par hagan de las suyas. No me explayo en el argumento porque tampoco da más de sí.

Tras el éxito de Batman forever, Schumacher copia la estructura narrativa de ésta y la extrapola a la nueva película. Sin embargo, esta vez la jugada no salió tan bien. Batman & Robin tiene aún más aspecto de dibujos animados que Batman forever. Mientras que esta última tenía un tono serio adornado con toques de dibujos animados, Batman & Robin es una versión actualizada del Batman de Adam West. Momento épico en el que Batman y Robin pujan por una cita con Poison Ivy y Batman saca su bat-tarjeta de crédito. Y esto amigos míos, es lo que pasa al querer parodiar la parodia. Casi parece que Batman va a ponerse a bailar y mandar a Robin a buscar el bat-espray repelente de tiburones. Y ya puestos, lucharán contra los malos mientras una oleada de onomatopeyas inundan la pantalla. 

Val Kilmer debió haberse olido el pastel, así que rechazó interpretar de nuevo al Hombre-Murciélago, siendo George Clooney el encargado de sustituirle. El antiguo protagonista de Urgencias crea un Batman bastante sosito, pareciendo ser consciente del error que ha cometido al aceptar el papel. No da la impresión de que sea el mentor de Robin, sino más bien su colega de copas. Normal que el chico se le revele de vez en cuando. Se introduce además el personaje de Batgirl, interpretado por Alicia Silverstone. En los comics, Batgirl es en realidad Barbara Gordon, la hija del Comisario James Gordon. Como en esta saga el Comisario Gordon es un pelele que apenas sale dos minutos por película, cambiaron el origen del personaje: no se trata de Barbara Gordon sino de Barbara Wilson, la sobrina de Alfred. Alicia Silverstone engordó algunos kilos durante el rodaje de la película y no entraba en su traje de superhéroina, así que los graciosillos de turno se burlaban de ella llamándola "Fatgirl".

Resumiendo un poco, Batman & Robin resultó ser una película tan mala que consiguió acabar con la franquicia de Batman y casi con cualquier película de superhéroes. Tuvo que llegar un tal Christopher Nolan para revitalizar el género y darle a Batman el homenaje que se merecía.