jueves, 14 de marzo de 2013

STEVEN SPIELBERG: EL REY MIDAS DE HOLLYWOOD (PARTE III)




Cuando lo comercial y lo personal se dan la mano

1993 es uno de los mejores años, profesionalmente hablando, de la carrera de Steven Spielberg. Estrena dos películas notablemente diferentes. Una es Jurassic Park, y la otra, La lista de Schindler. Basado en la historia de Michael Crichton y con guión de David Koepp, Parque Jurásico reventó las taquillas de todo el mundo volviendo a conseguir que una película de Spielberg se convierta en el filme más taquillero de la historia, además de poner de moda la fiebre por los dinosaurios. Los efectos especiales de la película unen tanto animación generada por ordenador como dinosaurios mecánicos. La mezcla es tan buena que incluso hoy día, con la cantidad de avances tecnológicos que hay, siguen pareciendo reales.

Por otro lado, La lista de Schindler se convertiría en la película que le abrió al director de Ohio  el camino hacia los Oscar. Inspirado en la novela de Thomas Keneally El arca de Schindler(1982), Spielberg se interesó en adaptarlo al cine desde el momento de su publicación. El rodaje se fue retrasando hasta llegar a marzo de 1993. Estos años dan a Spielberg la madurez suficiente como director para llevar la película a buen puerto. Su fotografía en blanco y negro, su estilo documental con cámara al hombro y, sobre todo, la dura historia del Holocausto marcan a la película que le daría el aplauso de los académicos: 7 premios Oscar incluyendo los de Mejor película y Mejor director. Spielberg queda tan marcado tras hacer el filme, que poco después crea la Fundación de Historia Visual de los Supervivientes de Shoah, que recoge grabaciones de los supervivientes del holocausto judío.

En 1998, Spielberg consigue otro Oscar a la Mejor dirección por una película que vuelve a enmarcarse en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Salvar al soldado Ryan es quizá el filme bélico más crudo y realista que se haya rodado jamás. Tomando como punto de partida el histórico desembarco en Normandía, la película narra la historia de cómo ocho hombres arriesgan sus vidas por salvar la de otro, siendo su objetivo realizar una buena acción dentro del horror de la guerra.

En los años siguientes, el autor de La lista de Schindler realiza proyectos muy diferentes: ciencia ficción en clave de melodrama (I.A. Inteligencia Artificial), ciencia ficción de cine negro (Minority report), e incluso una ciencia ficción más catastrófica y oscura (La guerra de los mundos). El drama con tintes cómicos (Atrápame si puedes y La terminal) y el drama más serio (War horse. Caballo de batalla) no hacen más que reafirmar el talento narrativo del cineasta. Con Munich realiza un filme sucio y oscuro, protagonizado por antihéroes muy en la línea de las películas de los 70. Sin embargo, tampoco deja atrás sus orígenes con su primera película de animación Las aventuras de Tintín. El secreto del Unicornio.

Gran parte del éxito de Spielberg radica en el sólido equipo que a lo largo de los años ha ido desarrollando. Nada sería lo mismo sin la música de John Williams, la fotografía de Janusz Kaminski o el montaje de Michael Khan. A todo ello se une su trabajo como productor en filmes de éxito como Gremlins, Poltergeist o Regreso al futuro. Steven Spielberg consigue además desmarcarse de sus colegas del Nuevo Hollywood de los 70. Francis Ford Coppola, Martin Scorsese o Brian de Palma, renovaron el cine junto con Spielberg. Sin embargo, es el chico de Ohio el único que hoy día tiene poder suficiente para hacer la película que quiere, además de conseguir que el público acuda en masa a verla en las salas de cine. No en vano, le apodan el “Rey Midas de Hollywood”. Cerramos el espacio dedicado a Spielberg con el momento en que recibe el Oscar a la mejor dirección por La lista de Schindler.


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