lunes, 20 de marzo de 2017

TERMINATOR GÉNESIS


He tardado casi dos años en decidirme a ver esta película… y ahora entiendo el porqué. Si digo que es mala me quedo corto. Terminator Génesis es un cutre refrito de las otras cuatro películas y la serie de televisión.

¿De qué va?

Año 2032. Durante la batalla final en la guerra contra las máquinas, John Connor envía a Kyle Reese a 1984 para salvar a su madre del Terminator. Sin embargo algo ocurre durante el viaje y Reese llega a un 1984 alternativo que nada tiene que ver con la historia que conoce.

Viejo y obsoleto

Dice el personaje de Arnold Schwarzenegger en un momento de la cinta que él está viejo pero no obsoleto. Yo no sé si la trama es obsoleta pero sí que está totalmente agotada y que la historia resulta un truño completamente infumable. Resulta que tras enviar a Reese al pasado, John Connor es absorbido por Skynet y se convierte en el Terminator definitivo. Este nuevo ser que combina a Skynet y John Connor del mismo modo que Goten y Trunks tras realizar la fusión, viaja también a través del tiempo cambiando la historia. Así llegamos a un 1984 alternativo donde Sarah Connor ya conoce a los Terminator porque fue atacada por uno a los nueve años. Desde entonces la protege otro Terminator (nuestro querido Schwarzenegger) que además la ha adiestrado para combatir contra las máquinas. De este modo en esta nueva línea temporal se nos juntan tres Terminators; el T-800 que llegó en los años 60 para salvar a Sarah, el T-800 de la primera película que viene para matar a Sarah, y el T-1000… que no sé muy bien qué pinta aquí. El caso es que no contentos con semejante lío, los guionistas decidieron que a partir del minuto 30 (sí, todo esto pasa en la primera media hora) el T-800 que protege a Sarah se revela como una especie de Doc Brown que ha construido una máquina del tiempo para viajar al futuro y detener el juicio final. En ese futuro se toparán con la súper-híper-mega-indestructible fusión entre Skynet y John Connor, al que tendrán que eliminar para devolver el equilibrio a la fuerza.

Tranquilos, sólo es un reebot

Como habréis podido comprobar, Terminator Génesis no es una secuela sino un reinicio de la franquicia inspirado en lo que hizo J.J. Abrams con Stark Trek. El realizador del film es Alan Taylor, un director curtido en series de televisión que van desde Sexo en Nueva York hasta Perdidos, Los Soprano o Juego de Tronos. Así que no te extrañes si al ver la peli notas cierto aire de aburrido telefilme del sábado por la tarde (tampoco se libra de esto la anterior película de Taylor, Thor. El mundo oscuro). En cuanto al plano actoral Arnold Schwarzenegger regresa a su mítico papel, aunque esta vez convertido en un maniquí cibernético que aparece de vez en cuando para soltar mamporros y mostrarnos su sonrisa profident. Los personajes de Sarah Connor y Kyle Reese a los que en su día dieron vida Linda Hamilton y Michael Biehn, caen esta vez en manos de Emilia Clarke y Jai Courtney. ¿Lo peor? John Connor parece tonto. Gracias Jason Clarke.

Recapitulando un poco, después de ver la peli y asimilar la deconstrucción de la mitología de Terminator sólo tengo una duda, ¿por qué esta película tiene más nota en IMDB que Dragonball Evolution? Porque a nivel artístico están más o menos al mismo nivel. Qué tiempos en los que James Cameron capitaneaba la franquicia…

Ficha técnica y artística

Terminator Genisys

Director: Alan Taylor
Guión: Laeta Kalogridis, Patrick Lussier
Fotografía: Kramer Morgenthau
Música: Lorne Balfe
Reparto: Arnold Schwarzenegger, Emilia Clarke, Jason Clarke, Jai Courtney, J.K. Simmons.
Productora: Paramount Pictures / Annapurna Pictures / Skydance Productions
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2017
Duración: 126 minutos


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