He
tardado casi dos años en decidirme a ver esta película… y ahora entiendo el
porqué. Si digo que es mala me quedo corto. Terminator
Génesis es un cutre refrito de las otras cuatro películas y la serie de
televisión.
¿De qué va?
Año
2032. Durante la batalla final en la guerra contra las máquinas, John Connor
envía a Kyle Reese a 1984 para salvar a su madre del Terminator. Sin embargo algo
ocurre durante el viaje y Reese llega a un 1984 alternativo que nada tiene que
ver con la historia que conoce.
Viejo y obsoleto
Dice
el personaje de Arnold Schwarzenegger en un momento de la cinta que él está viejo
pero no obsoleto. Yo no sé si la trama es obsoleta pero sí que está totalmente
agotada y que la historia resulta un truño completamente infumable. Resulta que
tras enviar a Reese al pasado, John Connor es absorbido por Skynet y se
convierte en el Terminator definitivo. Este nuevo ser que combina a Skynet y
John Connor del mismo modo que Goten y Trunks tras realizar la fusión, viaja también a través
del tiempo cambiando la historia. Así llegamos a un 1984 alternativo
donde Sarah Connor ya conoce a los Terminator porque fue atacada por uno a los
nueve años. Desde entonces la protege otro Terminator (nuestro querido Schwarzenegger)
que además la ha adiestrado para combatir contra las máquinas. De este modo en
esta nueva línea temporal se nos juntan tres Terminators; el T-800 que llegó en
los años 60 para salvar a Sarah, el T-800 de la primera película que viene para
matar a Sarah, y el T-1000… que no sé muy bien qué pinta aquí. El caso es que
no contentos con semejante lío, los guionistas decidieron que a partir del
minuto 30 (sí, todo esto pasa en la primera media hora) el T-800 que protege a
Sarah se revela como una especie de Doc Brown que ha construido una máquina del
tiempo para viajar al futuro y detener el juicio final. En ese futuro se
toparán con la súper-híper-mega-indestructible fusión entre Skynet y John
Connor, al que tendrán que eliminar para devolver el equilibrio a la fuerza.
Tranquilos, sólo es un reebot
Como
habréis podido comprobar, Terminator
Génesis no es una secuela sino un reinicio de la franquicia inspirado en lo
que hizo J.J. Abrams con Stark Trek.
El realizador del film es Alan Taylor, un director curtido en series de
televisión que van desde Sexo en Nueva
York hasta Perdidos, Los Soprano o Juego de Tronos. Así que no te extrañes si al ver la peli notas
cierto aire de aburrido telefilme del sábado por la tarde (tampoco se libra de
esto la anterior película de Taylor, Thor.
El mundo oscuro). En cuanto al plano actoral Arnold Schwarzenegger regresa
a su mítico papel, aunque esta vez convertido en un maniquí cibernético que
aparece de vez en cuando para soltar mamporros y mostrarnos su sonrisa profident. Los personajes de Sarah
Connor y Kyle Reese a los que en su día dieron vida Linda Hamilton y Michael
Biehn, caen esta vez en manos de Emilia Clarke y Jai Courtney. ¿Lo peor? John
Connor parece tonto. Gracias Jason Clarke.
Recapitulando
un poco, después de ver la peli y asimilar la deconstrucción de la mitología de
Terminator sólo tengo una duda, ¿por
qué esta película tiene más nota en IMDB que Dragonball Evolution? Porque a nivel artístico están más o menos al
mismo nivel. Qué tiempos en los que James Cameron capitaneaba la franquicia…
Ficha técnica y artística
Terminator Genisys
Director: Alan Taylor
Guión: Laeta Kalogridis, Patrick Lussier
Fotografía: Kramer Morgenthau
Música: Lorne Balfe
Reparto:
Arnold Schwarzenegger, Emilia Clarke, Jason Clarke, Jai Courtney, J.K. Simmons.
Productora:
Paramount Pictures / Annapurna Pictures / Skydance Productions
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2017
Duración: 126 minutos
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