lunes, 9 de julio de 2018

THE WALKING DEAD (TEMPORADA 6)



Continúa la deriva de la serie cuan barca de Remedios Amaya. ¿Y quién capitanea esta nave que hace aguas? El mismo responsable de las dos temporadas anteriores: Scott M. Gimple.

¿De qué va?

Los muros de Alexandria están a punto de ser derribados por una horda de caminantes. Sin embargo el verdadero problema aparece con la llegada de los Salvadores, un grupo de personas que se dedica a extorsionar a otras comunidades a cambio de protección.

La sexta temporada

La sexta temporada sigue la misma línea que la quinta, por lo que adolece de los mismos defectos: una primera remesa totalmente insustancial y una segunda que, aunque aumenta en interés, sigue siendo un tostón repleto de episodios de relleno. Scott Gimple se pierde entre tanto personaje, de modo que lo único que consigue es que queden cada vez más desdibujados. Algunos como Rick y Carol no se sabe muy bien hacia dónde van y otros como Daryl o Carl directamente no evolucionan nada, aunque el caso más llamativo es el de Sasha. Hasta ese momento el personaje interpretado por Sonequa Martin-Green (que no existe en el cómic) había estado llevando las tramas de Andrea en las viñetas. Sin embargo a partir de esta temporada esas historias van a parar a Michonne mientras que Sasha adopta las de Holly. Por su parte Holly tenía un contrapunto televisivo, un personaje llamado Francine, que había sido introducido hacia el final de la quinta temporada de un modo muy similar al del cómic. Pero la cosa no pasó de ahí y cuando Sasha heredó sus tramas Francine pasó a ser uno de esos figurantes con frase. En fin, un lío de narices.

Por otro lado, hacia mitad de temporada se introduce un nombre que provoca terror: Negan. Cuando se supo la noticia los fans del cómic saltaron de alegría mientras las redes sociales ardían con las imágenes del carismático villano. Sin embargo el resultado no pudo ser peor. Negan (interpretado por el actor Jeffrey Dean Morgan) no aparecería hasta el último episodio y el personaje resultaba ser bastante pesado y antipático, cuya esencia nunca supo ser captada por los guionistas. De nuevo Scott Gimple se disponía a destrozar uno de los arcos más interesantes del cómic, aunque de todo eso ya hablaremos más adelante.

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