Uno
de los mejores filmes de aventuras de las últimas décadas. No en vano Spielberg
la cita como una de las pocas películas que ha hecho que puede disfrutar como
espectador sin sacarle defectos constantemente.
¿De qué va?
1936.
Indiana Jones es un profesor de arqueología que reparte su tiempo entre la
universidad y sus viajes por todo el mundo en busca reliquias. Tras una
accidentada misión en Sudamérica, el gobierno de Estados Unidos le encarga a
Jones un importante trabajo: encontrar el Arca de la Alianza antes de que lo
hagan los nazis.
La película
Desde
mediados de los setenta George Lucas tenía en mente llevar al cine dos sagas que
homenajeasen los seriales de ciencia ficción y aventuras de los años treinta y
cuarenta. El realizador californiano decidió centrarse en su historia de
ciencia ficción (¿os suena Star Wars?)
y dejar apartada de momento su película de aventuras. En 1977 George Lucas y
Steven Spielberg se fueron de viaje a Hawaii para calmar los nervios tras el rodaje de sus dos últimas películas, La
Guerra de las Galaxias y Encuentros
en la Tercera Fase. Allí Spielberg le comentó a su amigo que soñaba con
dirigir una película de James Bond. Lucas le contó que tenía algo mucho mejor:
la historia de un arqueólogo llamado Indiana Jones que se dedicaba a buscar
objetos mágicos. Por cierto, el personaje se llamó así por Indiana, por el
perro de George Lucas. El apellido fue sugerencia de Spielberg ya que Indiana
Smith, como se llamaba originalmente, no sonaba demasiado bien.
Reparto
Encontrar
la financiación para En Busca del Arca
Perdida no fue tarea fácil. Los estudios se negaban a poner un céntimo
porque pensaban que sería muy caro producirla, así que Spielberg y Lucas se
propusieron rodarla de manera rápida, al estilo de la televisión, con un
presupuesto que no excediese los 20 millones de dólares. Una vez que Paramount
se decidió a poner la pasta, surgió otro importante desafío: encontrar al actor
ideal para interpretar a Indy. Tras buscar mucho se decantaron por Tom Selleck,
pero su contrato para la serie Magnum
P.I. le impidió realizar el trabajo. Spielberg sugirió entonces a Harrison
Ford pero Lucas se negó alegando que no quería que se convirtiese en su Robert
De Niro (en referencia a las veces que el actor ha trabajado junto a Martin
Scorsese). Sobra decir que hoy día somos incapaces de imaginar un Indiana Jones
sin el rostro de Ford. Para la protagonista femenina, Marion Ravenwood, la actriz
escogida fue Karen Allen mientras que el personaje de Sallah (que en un
principio iba a ser interpretado por Danny DeVito) cayó en manos de John Rhys-Davies.
Curiosidades
Pese
a estar ambientada en Egipto los exteriores de la cinta se rodaron en Túnez, territorio
que el productor Robert Watts conocía desde el rodaje de La guerra de las Galaxias. De hecho el cañón del final donde Indy
apunta a los nazis para conseguir el arca, es el mismo donde los Jawas
secuestraban a R2D2. Por otro lado, buena parte del equipo se puso enfermo durante
el rodaje a causa de la comida. Spielberg se libró porque solía llevar su
propia comida enlatada, pero Harrison Ford no tuvo la misma suerte. ¿Recordáis aquella
escena en la que uno de los enemigos de Indy hace unos mil movimientos con su
espada para intimidar a nuestro héroe, y éste saca un arma y le dispara? Pues esa
fue la solución que se dio para acortar tres páginas de guión repletas de
escenas de lucha y que Harrison Ford pudiese descansar.
Ficha
técnica y artística
Raiders of
the Lost Ark
Director: Steven Spielberg
Guión: Lawrence Kasdan, a partir de la historia de George
Lucas y Philip Kaufman
Fotografía:
Douglas Slocombe
Música: John
Williams
Reparto:
Harrison Ford, Karen Allen, Paul Freeman, Ronald Lacey, John Rhys-Davies,
Denholm Elliott, Wolf Kahler, Alfred Molina.
Productora: Paramount Pictures
Año: 1981
Duración: 115 minutos
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