martes, 9 de septiembre de 2014

SPARTACUS


Spartacus es una serie de televisión de la cadena Starz que consta un total de 39 episodios divididos en cuatro temporadas (o tres temporadas y una precuela, según gustos). Los productores Joshua Donnen, Sam Raimi y Rob Tapert junto al guionista Steven DeKnight reinventan el mito de Espartaco desde una nueva óptica: bajo el aspecto de una novela gráfica con mucha sangre, acción y sexo. Aunque por encima de todo lo fundamental son las pasiones y obstáculos que tienen que afrontar los protagonistas. Y lo que más mola… todo ello es obra de los creadores de Hércules. Sus viajes legendarios y Xena. La princesa guerrera. Así que como diría Batiato, “¡Por la poya de Júpiter! ¡Siéntate y lee!”

Spartacus. Sangre y arena

La historia comienza cuando el guerrero tracio Espartaco se une a las legiones romanas comandadas por Claudio Clabro dejando atrás a su amada esposa Sura. Sin embargo, las tropas romanas faltan a su palabra y Espartaco decide desertar y regresar con su mujer. Clabro apresa a ambos y manda a Espartaco a una muerte segura en el coliseo. Contra todo pronóstico Espartaco sobrevive y se gana el favor del público, así que el lanista Batiato decide comprarlo y entrenarlo como gladiador. Victoria tras victoria Espartaco se convierte en el nuevo campeón de la ciudad de Capua. Sin embargo, el deseo de libertad y las ansias de vengar el asesinato de su esposa hacen que Espartaco lidere una revuelta de esclavos junto a Crixo, su mayor rival en la arena.

No es que haya demasiado rigor histórico en la serie (cosa que ni le importa a los creadores ni nos importa a nosotros), sino que más bien se trata de un relato épico sobre el honor, la sangre y la libertad. Quizás el mayor acierto se centra en la elección de sus actores principales. Por un lado Andy Whitfield encarna con fuerza y humanidad a Espartaco, mientras que un sobervio John Hannah interpreta al complejo Batiato, personaje al que odias y admiras en la misma medida. El resto del reparto se completa con Manu Bennet (Crixo), Peter Mensah (Enomao), Leslie-Ann Brandt (Naevia), Erin Cummings (Sura), Jai Courtney (Varro), Craig Parker (Clabro), Viva Bianca (Ilitia), Nick Tarabay (Ashur), Daniel Feuerregel (Agrón), Katrina Law (Mira) y Lucy Lawless en el papel de Xena Lucrecia, la no menos vil esposa de Batiato. A modo de curiosidad, Lucy Lawless no es la única actriz que había trabajado anteriormente con los creadores de Spartacus. Michael Hurst (Iolaus en Hércules. Sus viajes legendarios) es aquí uno de los directores y productores de la serie.

Spartacus. Dioses de la arena

En su último aliento de vida, justo antes de que ésta le sea arrebatada por el acero de Espartaco, Batiato recuerda cómo llegó a su posición actual. La historia se ambienta algunos años antes de la llegada de Espartaco al ludus y narra el ascenso de la Casa de Batiato y de su campeón Gannicus.

La segunda temporada vino en forma de precuela. La razón de esto fue que tras el rodaje de la primera temporada a Andy Whitfield le diagnosticaron un cáncer, así que decidieron parar la serie para darle a su protagonista el tiempo necesario para su recuperación.

Hacer una precuela no es nada fácil (y si no que se lo digan a George Lucas). Además de tener una historia interesante, necesitas que todo concuerde con la historia original. Y aquí desde luego lo hicieron de maravilla, ya que Spartacus. Dioses de la arena es tan buena (o incluso mejor) que su predecesora. Y aquí hay que quitarse el sombrero ante el personaje de Gannicus (interpretado por Dustin Clare) un arrogante, alcohólico, mujeriego y carismático gladiador que consigue que la ausencia de Espartaco pase desapercibida. Por supuesto tampoco hay que dejarse atrás al gran John Hannah y su Batiato, con sus mezquinos y habituales planes para escalar en la sociedad romana.

Spartacus. Venganza

En esta tercera temporada, la revuelta de esclavos encabezada por Espartaco comienza a organizarse como ejército mientras buscan Naevia, el desaparecido amor de Crixo. Por otro lado, Roma envía a Clabro para detener la rebelión. Espartaco se debate entre vengarse de aquel que acabó con la vida de su esposa o liderar a los suyos hacia una causa mayor.

Con un Andy Whitfield recuperado, la nueva temporada estaba lista para empezar. Sin embargo poco antes de comenzar el rodaje, Whitfield descubrió que su cáncer había vuelto con más fuerza. Así que decidió dejar la serie para dedicarse por completo a su tratamiento. Tristemente el actor murió el 11 de septiembre de 2011. El primer capítulo de la temporada se dedicó a su memoria, bajo el rótulo “Un campeón en las pantallas, una leyenda en nuestros corazones”.

Para reemplazar al héroe el actor elegido fue Liam McIntyre, aunque esta no fue la única baja de la temporada. La actriz que interpretaba a Naevia, Leslie-Ann Brandt, abandonó la serie y fue sustituida por Cynthia Addai-Robinson. Lo cierto es que cuesta un poco acostumbrarse al cambio de los actores, pero poco a poco McIntyre parece sentirse más cómodo en su papel demostrando estar a la altura de su predecesor (que había dejado el listón bastante alto). En cuanto a Addai-Robinson… aún sigo sin acostumbrarme al cambio.

Lo peor: el malo. Clabro no deja de ser un quiero y no puedo bastante insufrible que no está a la altura del Batiato de John Hannah. Sin duda, la temporada más floja de la serie.

Spartacus. La guerra de los condenados

En un principio la serie iba a constar de unas cinco temporadas, pero tras la muerte de Andy Whitfield los responsables del show decidieron que había que darlo todo y acabar en lo más alto, con lo que nos brindaron una última y épica temporada.

Tras la batalla del Vesubio las fuerzas de Espartaco han aumentado su número considerablemente. Roma ya no sabe cómo frenarlo así que deciden encargarle la empresa al ambicioso Marco Craso, un romano que posee una gran fortuna pero que carece de un apellido importante. Junto a él están su arrogante hijo Tiberio y Julio César, un joven que posee un apellido importante pero pocas monedas en sus bolsas. Con una inteligencia y una habilidad con la espada comparables a la del propio Esparto, Craso comienza una guerra de estrategias contra el tracio en la que ambos intentan anticiparse al otro. Sin embargo, Craso no será el único obstáculo con el que tendrá que combatir Espartaco; los constantes conflictos en el mando con Crixo, la negativa de Gannicus a aceptar un cargo importante y tratar que sus seguidores no se mueran de hambre ni de frío son algunos de los retos que tendrá que afrontar nuestro héroe.

Podemos afirmar sin duda que ésta es la mejor temporada de la serie, con un ritmo frenético y unos nuevos antagonistas muy acertados. Por un lado Marco Craso, interpretado por Simon Merrells, el único capaz de rivalizar con Espartaco en fuerza e inteligencia. Un rival a la altura del héroe. Por otro lado está Julio César (Todd Lasance), la mano derecha de Craso. Otro de esos cabroncetes que cae bien. Eso sí, Tiberio (Christian Antidormi), resulta ser un niñato insoportable al que deseas capítulo tras capítulo que le revienten la sesera.

Y por supuesto hay que destacar el final, una última batalla entre las legiones romanas y el ejército rebelde que culmina en la lucha individual entre Craso y Espartaco. Además están esos créditos finales donde aparecen todos los personajes de la serie, teniendo como última imagen a un Andy Whitfield gritando “¡Yo soy… Espartaco!”. Querían acabar en lo más alto… y lo consiguieron.

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