THE WALKING DEAD (TEMPORADA 8)

El final de la séptima temporada nos hacía tener un atisbo de esperanza sobre el futuro de la serie, pero nos equivocamos por completo. Guiones tramposos y tramas que no llevan a ningún sitio continúan siendo la tónica habitual de The Walking Dead.

¿De qué va?

La guerra entre los Salvadores y las comunidades de Alexandria, Hilltop y el Reino ha comenzado. Rick Grimes y Negan capitanean los ejércitos de cada bando y se encaminan a enfrentarse en una batalla final. Sin embargo, esta guerra traerá pérdidas irreparables.

La octava temporada: el agotamiento definitivo

Un Scott Gimple creativamente agotado (si es que alguna vez tuvo buenas ideas) encabeza su última temporada como showrunner y el resultado no puede ser más pobre. Esta octava entrega se inspira en un arco del cómic titulado All Out War (Guerra Total), que durante 12 números relata la guerra contra Negan. Scott Gimple usa todos sus artificios habituales (saltos en el tiempo, alucinaciones, trucos de montaje) para componer la temporada más tramposa de la serie. Si la anterior comenzaba engañando al espectador con la doble muerte, aquí lo hace a través de la prolepsis. La temporada se inicia con lo que pensamos que es un flashforward de Alexandria tras la guerra contra Negan. Sin embargo, en el capítulo 9 descubrimos que en realidad es una alucinación de Carl en su lecho de muerte. Porque sí, Carl muere. Y lo hace de la forma más absurda y patética posible. 

La muerte de Carl Grimes

Carl es mordido por un caminante en el sexto capítulo (pero fuera de cámara, para que el espectador no lo sepa). Así que unos episodios más tarde Carl muere y Rick encuentra unas cartas que su hijo había dejado escritas para él y para Negan donde les pide que creen un mundo mejor en su memoria. Según Gimple la muerte de Carl era la única manera que tenía de justificar que Rick dejase a Negan con vida tras el enfrentamiento final. Matar a un personaje protagonista simplemente para que actúe como catalizador de otro es un truco de guionista barato (que es lo que Gimple es), pero lo cierto es que la muerte de Carl Grimes no sucede por motivos creativos sino personales. La relación entre Scott Gimple y el padre de Chandler Riggs (el actor que interpreta a Carl) era muy mala y matar a su personaje era la manera de quitárselo de encima. Por supuesto en el cómic Carl sigue con vida y tiene cada vez más peso en las tramas. De hecho Robert Kirkman ha declarado que si alguna vez se decidiese a matar a Rick, Carl se convertiría en el nuevo protagonista.

Fuera Gimple, dentro Kang

Indignados con la muerte de Carl, los fans de The Walkind Dead iniciaron una petición en change.org pidiéndo a AMC que despidiese a Gimple. Esta polémica se suma a la enorme caída de las audiencias que durante las dos últimas temporadas han llevado a la serie a perder hasta la mitad de sus espectadores. Así que AMC decidió renovar The Walking Dead una temporada más pero exigiendo cambios: Scott Gimple sería sustituido por un nuevo showrunner. La escogida fue Angela Kang, una guionista que llevaba en la serie desde la segunda temporada y que ha escrito algunos de los mejores episodios. Por su parte Gimple fue “ascendido” a un nuevo cargo creado para él: director de contenidos de The Walking Dead. ¿Y qué tiene que hacer ahí? Pues coordinar todo el universo audiovisual de The Walking Dead… es decir, las dos series que hay. Esperemos por el bien de todos que mantenga sus manazas bien lejos de cualquier decisión creativa.

Por su parte Angela Kang se enfrenta al complicadísimo reto de encauzar la serie. Para empezar, el siguiente arco del cómic (el de los Susurradores) tiene a Carl como protagonista absoluto y no va a tener más remedio que cambiar la historia de arriba a abajo. Por otro lado también tendrá que afrontar las marchas de Lauren Cohan (Maggie) y Andrew Lincoln (Rick), que sólo han firmado por algunos episodios. El caso de Lauren Cohan se rumoreaba desde antes de finalizar la octava temporada, puesto que llevaba tiempo luchando por una equiparación salarial que parece no haber conseguido. Su marcha se confirmó cuando se supo que protagonizaría una nueva serie llamada Whisky Cavalier. Por su parte Andrew Lincoln también ha confirmado que abandona la serie para pasar más tiempo cerca de su familia.