lunes, 25 de junio de 2018

THE WALKING DEAD (TEMPORADA 5)



Mala no, lo siguiente. Lo poco que quedaba del The Walking Dead original acabó en la cuarta temporada. Sin embargo he de reconocer que hacia mitad de la temporada, con la llegada a Alexandria, la serie remonta un poco.

¿De qué va?

Tras escapar de la Terminal y derrotar a los cazadores caníbales, Rick y sus compañeros llegan a Alexandria. Esta comunidad, gobernada por Deanna Munroe, tiene como objetivo construir una nueva sociedad para los supervivientes del apocalipsis.

La quinta temporada

Al contrario de lo que hizo Glen Mazzara en aquella magnífica tercera temporada donde cada episodio era importante para el desarrollo de la trama, Scott M. Gimple crea una estructura que gira en torno al primer y al último episodio de cada remesa. Es decir, que de los dieciséis episodios que consta cada temporada, sólo ocurren sucesos importantes en cuatro de ellos: el primero, el octavo, el noveno y el décimo sexto. El resto es puro relleno. De este modo la acción y el ritmo de los acontecimientos decaen enormemente. Por otro lado comienzan a desarrollarse tramas secundarias que nada aportan a la principal y que además la mayoría de las veces quedan inconclusas.

Uno de los momentos más vergonzosos de esta temporada es la muerte de Beth, una de las más gratuitas de toda la serie. Vale que The Walking Dead es una historia de zombies y la norma es matar a gente constantemente, pero en el caso de los personajes principales cada muerte debe marcar un cambio relevante en la trama. Sin embargo en este caso la idea era matar por matar, porque tocaba quitar de en medio a alguien para subir la audiencia. Con esta decisión de Gimple se corta por la mitad la subtrama que Daryl y Beth habían comenzado y que podía haber dado mucho juego, además de que Beth era el personaje que más estaba evolucionando a lo largo de la temporada (por no decir el único). Pero así es Scott Gimple, mata a los personajes interesantes y deja vivos a los más insufribles.

En fin, dejemos de un lado a Gimple y hablemos de algo interesante: las diferencias entre la serie y el cómic. La trama de Sasha (Sonequa Martin-Green) y Bob (Lawrence Gilliard Jr.) es la que tenían Dale y Andrea en las viñetas. No funciona ni de lejos como en el cómic puesto que Dale era uno de los personajes más queridos desde el principio, mientras que Bob apareció en la temporada anterior y nunca acabó de caer demasiado bien (al menos a mí). Por otro lado, mientras que en el cómic el líder de Alexandria es Douglas Munroe y su esposa Deanna tiene un papel secundario, en la serie ocurre al revés. Aquí la jefa es Deanna y su marido (Reg en lugar de Douglas) apenas tiene relevancia. Además aparece un nuevo personaje, Enid, una niñata bastante repelente que viene a desempeñar el papel de Sophia en los cómics.

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