jueves, 24 de mayo de 2018

THE WALKING DEAD (TEMPORADA 4)



El comienzo del declive de la serie. Sí, vale. Las temporadas 4, 5 y 6 obtuvieron los datos de audiencia más altos, pero el nivel de calidad se redujo considerablemente. Esto se debe sobre todo al nuevo y polémico showrunner  de la serie, Scott M. Gimple.

¿De qué va?

Después de un breve período de paz, el Gobernador regresa a la prisión para vengarse de Rick y los suyos. Tras una sangrienta batalla la prisión es destruida y el grupo se separa.

La cuarta temporada

Las diferencias entre el showrunner de la serie Glenn Mazzara y AMC, provocaron que el estudio decidiese prescindir de él y sustituirlo por Scott M. Gimple. ¿Quién es este tío? Un guionista bastante mediocre que llevaba trabajando en The Walking Dead desde la segunda temporada y cuyo mayor éxito había sido el libreto de Ghost Rider 2. Algún lumbreras de AMC debió pensar que la persona más adecuada para tomar el relevo del tío que hizo Cadena Perpetua (Frank Darabont) y de una de las cabezas pensantes de The Shield (Glenn Mazzara) era el guionista de esa maravilla del séptimo arte conocida como Ghost Rider. Espíritu de Venganza. Como podéis intuir, este señor me resulta tan agradable como una patada en los genitales. Gimple fue el showrunner de la serie desde la cuarta hasta la octava temporada, y es el mayor responsable de que la calidad de los guiones empeorase tanto. Aquí es donde empiezan los interminables capítulos de relleno, las tramas que se abren pero que nunca se cierran, el nulo desarrollo de los personajes, etc. Aún así he de reconocer que el resultado final de esta cuarta temporada resulta correcto.

Si bien es cierto que tiene un arranque bastante flojo, el regreso del Gobernador hace que la serie remonte. El episodio To far gone nos regala algunos de los momentos más impactantes que hemos visto, como la decapitación de Hershell y la batalla final entre Rick y el Gobernador. Por cierto, la muerte de Hershell se inspira en la de Tyresse en el cómic. ¿Por qué ese cambio? Porque en este punto era necesaria la muerte de un personaje importante para marcar el cambio de rumbo de la historia, pero el peso de Tyresse en la serie es mucho menor que en los cómics y no tenía demasiado sentido acabar con él así. Otro de los grandes episodios es After, donde Carl tiene que sobrevivir solo mientras su padre se recupera de las heridas. El capítulo está escrito por el propio Robert Kirkman, que adapta los números 49 y 50 del cómic añadiendo partes del One Shot de Michonne. En fin, por ir cerrando: esta es la última temporada que puedes ver sin sentir vergüenza ajena.

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