jueves, 22 de febrero de 2018

ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE


Tras el exitazo de Tiburón, Steven Spielberg podía realizar la película que le diese la gana. Y eso es lo que hizo. De hecho le fue más fácil encontrar financiación que colar un título tan extravagante como Encuentros en la tercera fase.

¿De qué va?

En diferentes lugares del mundo, especialmente en el estado de Indiana, comienzan a suceder fenómenos extraños. Una noche, Roy Neary divisa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. Desde entonces vive obsesionado por dar respuesta a estos acontecimientos.

La película

El precedente de Encuentros en la tercera fase se encuentra en Firelight, una película en 8 mm rodada por el propio Steven Spielberg a los 17 años, y el relato de 1970 Experiences. Además, el filme está fuertemente influenciado por el caso Watergate y la tensa situación política de la época. La otra gran fuente de inspiración del director de Ohio es el astrónomo J. Allen Hynek, quien acuñó el concepto de "encuentros en la tercera fase". De este modo, Hynek habla de una primera fase que consiste en un contacto visual (ver el ovni, vamos), una segunda donde los alienígenas te dejan alguna huella de su paso y una tercera donde entras en contacto directo con los extraterrestres.

Spielberg le encarga la redacción del guión a Paul Schraeder (autor del libreto de Taxi Driver) pero queda tan disgustado con el resultado que decide escribirlo él mismo. La historia explora una nueva forma de tratar la religión judeocristiana, donde los seres de otro mundo son los nuevos dioses y los que han sufrido sus encuentros se convierten en profetas. Encuentros en la tercera fase funciona como un díptico junto con E.T., el extraterrestre. Mientras que la primera termina cuando se produce el contacto, la historia de E.T. se desarrolla precisamente a partir de éste. Estos encuentros amistosos con seres de otro mundo del joven Spielberg chocan con la violenta invasión que el Spielberg adulto nos mostrará décadas más tarde en La guerra de los mundos.

Por otro lado, como es habitual en el cine de Spielberg, la música de John Williams juega un papel fundamental. En este caso quizá más que en otras ocasiones debido a la sintonía musical que los extraterrestres usan para comunicarse con los seres humanos.

Tres montajes diferentes

Columbia Pictures, al borde de la bancarrota, presionó a Spielberg para acelerar el proceso de montaje. La película se estrenó sin que el director llegase a estar contento con el resultado final, así que convenció a Columbia para que soltasen unos milloncejos y así grabar unas nuevas escenas para lo que se convertiría en Encuentros en la tercera fase. Edición especial. Columbia aceptó, pero puso una condición: que se viese el interior de la nave alienígena, algo que Spielberg aceptó a regañadientes. La nueva versión, estrenada tres años después de la original, no se trababa de una versión extendida sino de un montaje alternativo donde se añaden nuevas escenas y otras desaparecen. En total se cortaron 16 minutos de la versión cinematográfica y se incluyeron otros 13 nuevos. Por ejemplo la secuencia de presentación de la familia de Roy se amplía bastante y se añaden otras nuevas como la del barco en el desierto del Gobi. Por otro lado desaparecen escenas como la de Roy arrancando los matorrales del jardín para construir su maqueta de la montaña. Como Spielberg tampoco quedó satisfecho con el resultado, a finales de los 90 presentó al mundo su montaje definitivo. Esta versión no incluye todas las secuencias añadidas o eliminadas de los anteriores montajes, pero ofrece la visión más completa del director. Y sí, vuelve a desaparecer el interior de la nave espacial, algo que todos agradecemos.

Ficha técnica y artística

Close Encounters of the Third Kind

Director: Steven Spielberg
Guión: Steven Spielberg
Fotografía: Vilmos Zsigmond
Música: John Williams
Reparto: Richard Dreyfuss, François Truffaut, Teri Garr, Melinda Dillon
Productora: Columbia Pictures / EMI Films / Phillips Productions
Año: 1977
Duración: 135 minutos (versión cinematográfica 1977)
                 132 minutos (edición especial 1980)
                 137 minutos (corte del director 1998)


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